NARRACIÓN DE LA VIDA
DE FRANCISCO VILLA
Doroteo Arango Arámbula (más
conocido como Pancho Villa) fue uno de los jefes de la Revolución mexicana,
cuya actuación militar fue decisivo para la derrota del régimen de Victoriano
Huerta.
Nació en San Juan del Río
(Durango) el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una emboscada en Hidalgo
del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923.
Huérfano, tuvo una infeliz niñez
y una conducta muy rebelde en la adolescencia, fue leñador, agricultor y
comerciante, antes de hacerse militar revolucionario. Durante la revolución era
conocido como "El Centauro del Norte".
Existen diversas versiones acerca
del origen de Pancho Villa:
* Una es que cuando este se
encontraba fugitivo de la ley, él fue rescatado por una pandilla de bandidos
encabezada por un hombre llamado Francisco Villa quien lo recogió y lo
alimentó. Al no tener adonde ir, Arango empezó a operar con esta pandilla
asaltando pueblos y delinquiendo en otras áreas. Por su lealtad se ganó la
confianza del jefe de la banda. En una ocasión Francisco Villa (jefe de la
banda) sufrió una herida de bala por lo que, agonizando, nombró a Arango como
jefe de la pandilla de bandidos. Fue entonces que Arango cambió su nombre a
«Francisco Villa», a petición de la banda que ahora él encabezaría. Continuaron
realizando actos de vandalismo regresando a la hacienda donde Arango había
matado a Agustín López Negrete, donde el cuñado del fallecido lo buscaba para
matarlo. Doroteo Arango (ahora bajo el nombre de Francisco Villa) acabó con la
vida de su rival y los hombres de éste, empezando a seguir una causa en defensa
de la clase obrera que era fuertemente explotada al punto de comparación con la
esclavitud.
* Otra cuenta que el verdadero
padre en realidad es Luis Germán Gurrola, pues su madre Micaela Arámbula había
sido su sirvienta y éste al no reconocer a su hijo, fue bautizado por Agustín
Arango, quien era hijo natural de don Jesús Villa, abuelo paterno del muchacho,
siendo de él de quien adoptó su apellido, llamándose Francisco Villa.
* Y por último existe
otra versión que cuenta que una mujer de apellido Arango tuvo amoríos con Jesús
Villa, que había pasado de residir en San Gabriel, Jalisco, a San Juan del Río
en el estado de Durango, y que de ellos nació Agustín Arango. Aunque éste se
debió haber llamado Agustín Villa Arango, se desconocen las causas de por qué
Jesús Villa no dio nombre a su hijo y de por qué éste recibió el apellido de su
madre. Agustín Arango contrajo matrimonio con Micaela Arámbula y de ellos nace
Doroteo Arango. Finalmente, Doroteo Arango retoma el que su padre le contaba
era su apellido legítimo para así hacerse llamar Francisco Villa como medida
para ocultar su identidad.
.
Este individuo se caracterizó por su
violencia en sus atracos, ya que actuaba según la fuerza en contra de los
patrones.
Pancho Villa saqueaba, robaba,
asaltaba, y repartía sus botines entre los más necesitados. Se le comparaba con
Robín Hood, pues robaba a los ricos para dárselo a los pobres, él quería mucho a los niños los procuraba tal vez recordaba
en ellos la vida tan triste, malos tratos y golpes que llevo, el no estudiar ni
tener un trabajo digno, entonces esto le
motivo para ayudar a los pobres sobre todo a los niños darles
escuela, medicina, alimento, vestimenta, etc., trataba bien a sus esposas que tuvo, nunca les falto nada
tuvo alrededor de 76 esposas
Es un personaje que fue parte importante de la revolución, se le
denomina Revolución Mexicana al movimiento armado, social y cultural que comenzó
en 1910 en dicho país y que culminaría oficialmente con la promulgación de una
nueva constitución siete años después, la constitución de 1917. Se estima que a
lo largo de la lucha murieron más de 900 mil personas, entre civiles y
soldados.
Como dato interesante tenía sus palabras que
lo han identificado
"Muchachitos, a estos me los
fusilan y después les hacen un juicio justo."
Esto fue en los años postreros,
porque en los iniciales ordenaba:
"Me los fusilan y luego
averiguamos"
Pancho Villa no tenía un discurso
específico, sino que luchaba por la libertad y el bien de los pobres, ya que
existía una desigualdad enorme en ese entonces. No era un político, sino un
guerrillero revolucionario.
Tuvo una gran importancia en esta
revolución ya que fue el él quien inspiro a las masas de campesinos y obreros,
gracias a ella se formó la guerrilla, su espíritu revolucionario conmovió al
pueblo y se convirtió en uno de los personajes más famosos de la historia
mexicana.
En 1910 se unió al movimiento
maderista, primero a través de su compadre Eleuterio Soto, y después mediante
Abraham González, con quién tenía ligas comerciales. El 17 de noviembre de 1910
atacó la Hacienda de Cavaría; ese mismo día se dedicó a reclutar gente para sus
tropas desde un principio. En la lucha armada maderista se distinguió por su
audacia y organización. La Revolución Maderista comienza a revelar el ingenio
militar de Pancho Villa, en el Tecolote, engaña a las fuerzas del general
Navarro poniendo sombreros sobre estacas para simular un contingente mayor,
obligando al general Navarro a la retirada.
Sobresalió como Jefe de las
Batallas de San Andrés, Santa Isabel, Ciudad Camargo, Las Escobas y Estación
Bauche, contra el general federal Manuel García Pueblita. Además, participó en
el mayor triunfo, al lado de Pascual Orozco: la batalla de Ciudad Juárez,
contra el general Juan N. Navarro a quién intentó fusilar incluso en contra de
Francisco I. Madero. Después de tomar Torreón por unos momentos, Villa se hace
de los primeros trenes de sus fuerzas, que después servirían para transportar
grandes contingentes de la División del Norte
Después de intentar tomar
Chihuahua y no poder hacerlo, logra su primera gran victoria: la toma de Ciudad
Juárez. Esta toma es descrita por Enrique Krauze como una acción de película,
mientras una parte de los efectivos distrae a los enemigos, en las afueras de
Chihuahua, la otra al mando de Pancho Villa, intercepta y descarga dos trenes
de carbón en la estación de Terrazas, sus hombres abordan los vagones y la
caballería los sigue por fuera rumbo a Ciudad Juárez, en cada estación, a
partir de Terrazas, Pancho Villa apresa al telegrafista y pide instrucciones a
la base de Ciudad Juárez fingiéndose el oficial a cargo de los convoyes.
La noche del 15 de noviembre de
1913, mientras los soldados y oficiales federales dormían en los cuarteles o se
solazaban en las casas de juego, una señal diminuta anuncia el asalto, en un
santiamén las tropas villistas toman el cuartel, la jefatura de armas, los
puentes internacionales, el hipódromo y las casas de juego. Los periódicos
estadounidenses y la opinión pública se sorprenden ante la increíble acción. En
la Hacienda de Bustillos sostuvo una entrevista con Madero y recibió el grado
de Coronel. Después de la firma de los Tratados de Ciudad Juárez abandonó las
armas: entregó el mando de sus tropas a Raúl Madero y radicó en Chihuahua, dedicándose
al comercio de ganado.
En 1912 dio muestras de su
lealtad a Francisco I. Madero, al rechazar la invitación de Pascual Orozco para
rebelarse. Más aún, retomó las armas para defender al gobierno maderista.
Combatió en Chihuahua y Durango, y en Torreón se incorporó a las filas de la
División del Norte Federal, que comandaba Victoriano Huerta. A su lado
participó en las Batallas de Tlahualilo, Conejos y Rellano. Por su actuación
militar fue ascendido a general brigadier honorario. Victoriano Huerta,
receloso de su brillantez a pesar de no ser militar de carrera y molesto por su
independencia, con el pretexto de robo de una yegua lo procesó por
insubordinación y ordenó su fusilamiento. Madero le salvó la vida, mediante la
intervención de su hermano Raúl Madero y de Guillermo Rubio Navarrete. Como
alternativa, fue enviado a la Ciudad de México y encarcelado en Santiago
Tlatelolco.
En su estancia en prisión conoció
a Gilbardo Magaña Cerda, quién le enseñó a leer y le puso al tanto de los
propósitos e ideales del agrarismo. A finales de 1912, Pancho Villa logró
fugarse de prisión con la ayuda de Carlos Jáuregui, escribiente del juzgado de
la cárcel. Tomó rumbo a Guadalajara y Manzanillo y logró llegar a El Paso,
Texas. En el camino, el gobernador José María Maytorena le ayudó con dinero
para proseguir su fuga. Ante los asesinatos de Francisco I. Madero y Abraham
González en febrero y marzo de 1913, decidió retomar las armas contra el
gobierno de Victoriano Huerta ante los llamados de los líderes militares del
norte, encabezados por el Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza que
llamaban a levantarse contra el usurpador. Ayudado una vez más por Maytorena,
cruzó la frontera y se internó en Chihuahua. Con una fuerza de escasos nueve
hombres inició su participación en el movimiento constitucionalista.
Comienza así una nueva etapa en
la Revolución Mexicana, en la cual Pancho Villa alcanza sus máximos éxitos
militares al mando de la División del Norte, cuyo objetivo era avanzar desde
Chihuahua al Centro del País y tomar plazas estratégicas resguardadas por el
Ejército Federal. Para ese año contaba ya con seiscientos hombres. Venustiano
Carranza pronto lo nombró general brigadier, después de que se adhirió al Plan
de Guadalupe, y cabecillas como Tomás Urbina, Rosalío Hernández, Toribio Ortega
Ramírez, Manuel Chao y otros, lo reconocieron como su jefe.
Atacó exitosamente Estación
Bustillos y Casas Grandes, Chihuahua, quedando dueño de la zona del noroeste
del estado. En agosto logró tomar San Andrés, defendido por el general Félix
Terrazas; continuó su campaña acumulando victorias, incluso fuera del estado:
Áviles, Ciudad Lerdo, Gómez Palacio y Torreón, aunque esta última haya sido una
toma efímera. En septiembre se constituyó la famosa División del Norte del
Ejército Constitucionalista, en la que figuraron Toribio Ortega Ramírez,
Rodolfo Fierro, Juan Medina, Maclovio Herrera, Tomás Urbina y Manuel Chao entre
otros, y de la que Pancho Villa fue nombrado general en jefe.
En noviembre de 1913 mostró su
genio guerrillero y su capacidad militar en la Batalla de Tierra Blanca, aún
antes de contar con Felipe Ángeles, quién se le uniría hasta marzo de 1914,
para ser su gran estratega y jefe de su artillería. Luego tomó Ciudad Juárez y
terminó el año entrando triunfalmente a la Ciudad de Chihuahua. Por muy poco
tiempo fue nombrado gobernador provisional de Chihuahua, aunque ejerció el
poder por un periodo mayor pues dictaba órdenes al gobernador Manuel Chao,
quién había sido nombrado por Venustiano Carranza.
Como gobernante Villa mandó
imprimir diversos billetes, como los “dos caritas” y las “sábanas”; embargó
tiendas y sustituyó a los comerciantes venales por administradores honorables,
llenó el mercado de reses de las haciendas en las que intervenía; abarató los
precios del maíz, fríjol y carne; asumió funciones federales en materia de
telégrafos y ferrocarriles; expulsó del estado a muchos españoles, acusados de
que habían ayudado a Victoriano Huerta; reabrió el Instituto Científico y
Literario y decretó el establecimiento del banco del estado.
Inició el año de 1914 con la
Batalla de Ojinaga. En marzo y abril tomó Torreón y San Pedro de las Colonias,
Coahuila, con lo que logró dominar la Comarca Lagunera. Con la Batalla de Paredón,
en mayo, en la que derrotó al general huertista Joaquín Maas Águila, y la
Batalla de Saltillo, controló todo el estado de Coahuila. Para esas batallas ya
se les había incorporado Raúl Madero, Felipe Ángeles y José Isabel Robles. Con
ello Villa quedó colocado en un primer puesto entre los generales
revolucionarios. El 23 de junio, desobedeciendo las órdenes del Primer Jefe y
haciendo gala de su poderío y de su independencia desplazando a toda la
División del Norte, tomó la plaza de Zacatecas (Batalla de Zacatecas),
derrotando al general federal Luis Medina Barrón. Las relaciones de Villa con
Venustiano Carranza, ya tensas por el intento del primero de fusilar a Manuel
Chao, se agudizaron más por estos hechos ya que según Carranza el que debía
tomar Zacatecas era el general Pánfilo Natera. Las discrepancias tuvieron un
receso temporal con el pacto de Torreón, del 8 de julio de 1914, celebrado
entre la División del Norte y el Cuerpo del Ejército del Noreste.
A Pancho Villa lo representaron
Miguel Silva, Manuel Bonilla y José Isabel Robles; A Pablo González Garza:
Antonio I. Villarreal, Cesáreo L. Castro y Luis Caballero. Se acordó que Villa
presentaría disculpas a Venustiano Carranza, quién seguiría como primer jefe; a
Pancho Villa se le otorgaría el grado de general de división, aunque
independientemente de Álvaro Obregón y Pablo González Garza. Villa reconoció a
Venustiano Carranza, pero le impuso limitantes, como asumir la presidencia
interina y convocar a una Convención de generales y gobernadores revolucionarios
para señalar la celebración de elecciones y formular un programa de gobierno.
Los acuerdos no fueron aceptados en su totalidad por ninguna de las dos partes.
Los ejércitos revolucionarios derrotaron a Huerta, quien firma su carta de
renuncia el 15 de julio de 1914. A pesar de la victoria, Villa estaba molesto
con Venustiano Carranza, quien lo despreciaba por su reputación de bandolero,
ya que nunca le concedió a la División del Norte el grado de Ejército ni a
Villa el grado de general de división, que si había sido otorgado en su
ejército.
El conflicto estalló una vez más
en agosto de 1914, cuando se agudizaron las tensiones en Sonora, pues Pancho
Villa apoyó al gobernador Maytorena, y Álvaro Obregón, Benjamín Hill, Plutarco
Elías Calles y Salvador Alvarado ya formaban otro grupo político. Obregón se
transladó a conferenciar con Pancho Villa, pero tratando Obregón de atacar a
las tropas Villistas por un lado y lograr una alianza por el otro, es
descubierto por Villa y este manda fusilarlo, pero Serrano y Raúl Madero evitan
que Álvaro Obregón sea fusilado aceptando las condiciones de Villa y firman un
acuerdo, logrando escapar a Chihuahua y a medio camino de la huida obregoncista
Villa recibe un telegrama de Venustiano Carranza en donde éste rechaza el
acuerdo, Villa persigue a Álvaro Obregón pero ya no lo alcanza y rompe
definitivamente con Carranza.
En 1914, Venustiano Carranza citó
a una convención de las fuerzas revolucionarias, para limar asperezas entre
ellas, sin lograr su objetivo, pues Villa se fortaleció en la Convención de
Aguascalientes. Como resultado, Venustiano Carranza y Obregón rompieron con la
Convención. Villa tomó la Ciudad de México, a nombre del gobierno de la
Convención, junto con su aliado Emiliano Zapata, en diciembre de 1914. El
primero de octubre se instaló en la Convención en la Ciudad de México, y el día
10 se trasladó a Aguascalientes. En ella estuvo representado por Roque González
Garza y en ella se logró llevar a la presidencia a un villista.
Durante la presidencia de Eulalio
Gutiérrez, Pancho Villa fue designado jefe de las operaciones del Ejército
Convencionista. En la lucha contra los constitucionalistas Villa buscó a toda
costa aliarse con Emiliano Zapata pues durante la Convención de Aguascalientes
descubrieron sus muchas similitudes, como la aprobación de la Convención del
Plan de Ayala. En diciembre de 1914 tuvo lugar el Pacto de Xochimilco, en el
que Pancho Villa aceptó el Plan de Ayala en lo relativo al problema de la
tierra y en el que convenían llevar a la presidencia a un civil identificando
con la revolución
Carranza no se plegó a los
dictados villistas de la Convención y huyó a Veracruz para encabezar desde allí
su contraataque. Para ello tenía gran aliado, un estratega militar que
superaría al genio tosco de Pancho Villa, se trataba del general Álvaro
Obregón. Las victorias de Pancho Villa al lado de Venustiano Carranza no se
repitieron en su lucha contra él. Durante 1915 fue sucesivamente derrotado por
Álvaro Obregón y los constitucionalistas en la famosa batalla de Celaya, en
abril donde Obregón logró derrotar a la División del Norte en el Bajío. El
poder de la caballería de Villa no fue efectivo para derrotar las trincheras,
excesiva artillería y ametralladoras del ejército de Obregón.
En una batalla posterior, Obregón
perdió uno de sus brazos ante la artillería de los villistas. Además, Villa
perdió la Batalla de Trinidad, la Batalla de León y la Batalla de
Aguascalientes en junio, por lo que tuvo que replegarse otra vez hacia el
norte. Para fines de ese año decidió invadir Sonora; sin embargo los
constitucionalistas siempre contaron con el apoyo de armamento estadounidense
que ya habían suspendido sus suministros a los villistas, así que con un gran
poder de ofensiva de artillería los constitucionalistas lo derrotaron en Agua
Prieta por conducto de Plutarco Elías Calles y en el Alamito por el general
Manuel M. Diéguez. Derrotado militarmente, con un ejército pobre y sin
elementos de la capacidad de Felipe Ángeles, Villa se dedicó a hostilizar al
gobierno de Venustiano Carranza. En 1915, Estados Unidos reconoció oficialmente
el gobierno de Venustiano Carranza. EE. UU. había cambiado su actitud hacia Villa
y le impuso un embargo de armas, cortándole el suministro de las mismas que
recibía desde poblaciones como Columbus, Nuevo México. Carranza recibió
entonces apoyo de los estadounidenses en la forma de suministro, ahora ya de
forma legal y su comercio de armas, para que derrotaran a las de Villa.
Después de su derrota militar,
Pancho Villa se replegó a Chihuahua, desde donde fraguó un golpe militar, que
le serviría además para vengarse de EE. UU., después de que este país apoyara a
Carranza. Villa estaba enfurecido en contra de los EEUU y contra Woodrow Wilson,
por el uso que hizo Obregón de faros gigantes, alimentados con energía
eléctrica estadounidense, para ayudar a Obregón a repeler el ataque nocturno de
las tropas villistas al pueblo fronterizo de Agua Prieta, Sonora el 1 de
noviembre de 1915. En enero 1916, un grupo de villistas al mando del general de
órdenes Ramón Banda Quesada emboscaron un tren del Mexico North Western Railway
(Compañía del Ferrocarril Noroeste de México), cerca de Santa Isabel,
Chihuahua, y masacró a 18 empleados estadounidenses de la compañía minera
ASARCO.
Antes del amanecer del 9 de marzo
de 1916, un grupo de aproximadamente 1,500 hombres (el reporte oficial del
ejército estadounidense mencionó entre "500-700 participantes") del
ejército de Villa al mando del general Ramón Banda Quesada atacaron el pueblo
de Columbus, Nuevo México, como represalia al reconocimiento oficial del
régimen carrancista por parte de EE. UU. y en busca del comerciante Sam Ravel
(proveedor que, según Villa, lo había robado).
Mientras tanto, Villa se había
quedado del lado mexicano de la frontera con un pequeño grupo de hombres.
En Columbus, los villistas al
mando del general Ramón Banda Quesada atacaron un destacamento de caballería
del ejército estadounidense, confiscaron 100 caballos y mulas, incendiaron el
pueblo y mataron a 17 estadounidenses y 67 mexicanos. Más de 100 villistas
murieron en el ataque. Esta fue la segunda vez que el territorio de EE. UU. fue
atacado por fuerzas de otro país.
El presidente estadounidense
Woodrow Wilson envió tropas encabezadas por el general "Black Jack"
Pershing, el mismo que comandaría las fuerzas estadounidenses en la Primera
Guerra Mundial.
La Expedición Punitiva, cruzó al
sur de Columbus el 16 de marzo de 1916. La búsqueda de Villa llevaría a las
tropas estadounidenses finalmente unas 600 km adentro de México, llegando rumbo
al sur hasta la ciudad de Parral donde, después de una escaramuza encabezada
por la maestra Elisa Griensen, donde participaron los niños del pueblo, los
yanquis retrocedieron a sus bases en el norte de México.
Durante 11 meses, los 10.000
soldados de la Expedición Punitiva de Pershing recorrieron los desiertos del
inmenso estado de Chihuahua.
Pershing tuvo éxito dispersando a
las fuerzas mexicanas que habían atacado a Columbus, pero Pancho Villa
desapareció en el extenso territorio mexicano y nunca fue capturado.
En febrero de 1917, la Expedición
Punitiva regresó a Columbus.
Poco a poco Villa se fue
convirtiendo de nuevo en un guerrillero y su actividad se limitó cada vez más
por la escasez de armas. Así se mantuvo de 1917 a 1920, salvo un período de
resurgimiento, cuando Felipe Ángeles volvió al país para luchar al lado de
Pancho Villa. Adolfo de la Huerta, al asumir la presidencia interina del país
como fruto del movimiento de Agua Prieta, gestionó la rendición de Pancho
Villa.
El 26 de junio de 1920, Villa
firmó los convenios de Sabinas, obligándose a deponer las armas y a retirarse a
la Hacienda de Canutillo, Durango, que el gobierno le concedió en propiedad por
servicios prestados a la revolución.
A partir de 1920, Villa se dedicó
a administrar la Hacienda de Canutillo. Desde entonces comenzó sistemáticamente
a recuperar los tesoros que tenía ocultos en diversos escondites (el mito
popular es que lo juntó todo en una cueva oculta de la Sierra Madre). Villa
hacía excursiones solitarias a la montaña, a veces durante varios días.
Entretanto, Álvaro Obregón fue elegido presidente de México. Cuando el nuevo
presidente Obregón había consolidado su posición, algunos planes para librarse
de Pancho Villa fueron tolerados o abiertamente promovidos por el gobierno y
ante el temor de que Pancho Villa nuevamente se levantara en armas durante la
Rebelión delahuertista, se decide matarlo. Mediante una emboscada organizada
por la policía secreta o por pistoleros a sueldo de familiares de antiguas
víctimas de Villa, fue asesinado a tiros el famoso bandolero transformado en
general revolucionario.
Era la tarde del día 20 de julio
de 1923, cuando Pancho Villa murió en su coche, alcanzado por 47 balas de
pistola cuando se dirigía a una fiesta familiar en la famosa Ciudad de Parral,
tierra donde se había establecido. Calles contacto con el coronel Lara el cual recibió 50 mil pesos se cree que
también intervino estados unidos , pero no fue eso y ya no lo decapitaron y
esto lo hicieron ayudantes locales y el norteamericano Handd pagado por
prensa americana Hearst desembolso 5 mil
dólares por su cabeza y teniéndola como un trofeo, no se le acepto en el
panteón de los héroes sino 20 años después.
Tiempo antes de morir, ya
retirado de la milicia, Villa se fue a vivir a Hidalgo del Parral (en el estado
de Chihuahua) para pasar el resto de su vida, y según sus propias palabras comentaba
con frecuencia "Parral me gusta hasta pa’ morirme". Allí fue
asesinado. Por eso a veces se cree que nació en Parral, aunque nació en
Durango. Allí cada año se hace un simulacro del último paseo, el asesinato y el
funeral.
, xiste un libro de bolsillo que
apareció en México entre el año 1960 y el año 1968 titulado "Habla una
espía rusa" con supuesta información acerca de cómo los alemanes habrían
financiado las campañas de Villa y le habrían proporcionado armas, para
abrirles un frente a los estadounidenses mientras ellos intentaban ganar la
Primera Guerra Mundial en Europa.
La figura de Pancho Villa está
rodeada de una «leyenda negra». Es un lugar común decir que Villa era cruel y
bárbaro. Es cierto que tenía un carácter colérico y que no dudaba en ejecutar a
sus enemigos, en particular a los «traidores» (ex-villistas que le eran
desleales). Durante el enfrentamiento contra los carrancistas, Villa cometió
muchos actos de barbarie (ejecuciones masivas, ahorcamientos con alambre y
hasta llegó a ordenar prender fuego a algunos infelices). Sin embargo, muchas
de las ejecuciones masivas de prisioneros "colorados" y federales
durante la campaña contra Huerta fueron ordenadas a Villa por Venustiano
Carranza. Al momento de rendirse en Sabinas (Durango), Villa dijo que estaba
harto de matar y mostró al primero una carpeta que totalizaba, entre víctimas
que había hecho en batallas y a quienes había matado personalmente, 43.000
personas.
Algunos estudiantes
mexicano-estadounidenses afirman que en la colección de cráneos de la sociedad
Skull and Bones de Yale (EE. UU.), se encuentra la cabeza de Pancho Villa,
robada el 5 de febrero de 1926 del cementerio de Parral, Chihuahua, y
supuestamente vendida a dicha sociedad por Emil L. Holmdahl; versión a la cual
se le agregan el robo del cuerpo por parte de militares de México, sin embargo
se sabe que Pancho Villa al morir quería permanecer en Parral para lo cual
antes de ser asesinado, ordenó a sus aliados el cambio de tumba en el panteón,
por la noche así se hizo y en la tumba donde habían sepultado a Villa metieron
el cuerpo de una mujer que es la que decapitaron, para desdicha la tumba final
se perdió con los años, actualmente se están analizando por exámenes de ADN
entre su hija radicada en Parral y los posibles lugares a donde sus aliados
habrían llevado el cuerpo.
Dichos estudiantes exigen a George
Bush que devuelva la cabeza de Villa. Sin embargo, aunque el cráneo fue
efectivamente robado, se desconoce su paradero.
Según gente que lo conoció se
sabe que tenía la costumbre de dormir en dos o tres lugares diferentes la misma
noche para no ser sorprendido, se disfrazaba en ocasiones de mujer y huía del
enemigo. También se sabe por gente que herraba los caballos de Villa que bajo
órdenes de éste, se le ponían las herraduras al revés a los caballos, de tal
forma que al andar las huellas quedaran al revés y quien siguiera su rastro lo
hiciera en sentido contrario; es por esto y muchas cosas más que su captura fue
imposible para los estadounidenses, hasta que ya retirado y sin cuidarse de no
ser visto, su automóvil fue acribillado con 46 disparos recibiendo él algunos
fatales.
Villa solía comentar que tenía
tres grandes vicios, los buenos caballos, los gallos valientes y las mujeres
bonitas. No se sabe con certeza cuántas mujeres tuvo, pero sí se sabe que se
casó por la ley aproximadamente 75 veces. Al final, sólo siete reclamaron ser
sus legítimas esposas:
* Luz Corral * Juana Torres *
Pilar Escalona * Asunción B. * Austreberta Rentería
* María Amalia Baca * Manuela Casas * Soledad Seáñez y * Maria Anaya.
Una de las facetas más personales
de su socialismo, se manifestaba con los niños, amaba a los propios y a los
ajenos, recogía a los desamparados y costeaba su educación, durante su breve
gobierno contrató a maestros jaliscienses y abrió varias escuelas, a las que
acudía en tiempos de fiesta, pues por los niños Villa sentía una verdadera
veneración. En ocasiones se los dejaba a su esposa Luz Corral quien llegaba a
tener hasta doce niños en su cuidado. Sus planes educativos incluían una
Universidad Militar para hasta cinco mil alumnos y una escuela elemental en
cada hacienda. Había una libertad de culto casi total, se desplegó una política
agraria cuyo propósito sería distribuir la tierra creándola en pequeñas
unidades
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